Y es verdad, a pesar de estar destinados al no ser puedo decir tranquilamente que no me arrepiento, que puedo vivir con esta minucia de unidad que me dio el destino contigo. No se cuantas veces intenté unir las fotos para tratar de montar una historia, pero no la hubo y no la habrá.
No me importa, no necesito nada más, mi mundo nunca fuiste tu, pero por un momento yo te brindé la oportunidad de conocerlo, te convertiste en el único habitante de ese lugar. Hoy, tras mucho tiempo sin pensar en ti lo recordé... Mi mundo esta lleno de vida desde entonces, así que... ¿por qué me iba a arrepentir de haberte dejado pasear?
No fuiste el amor de mi vida, ni de mis días... pero fuiste el amor que en ese momento necesitaba.
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